ENTRENADOR PERROS BOGOTA

Hola amigos !!!

Seguro en más de una oportunidad, habrán escuchado esa terrible frase «a mi perrito lo atropelló un carro» !!!

Si bien es cierto que en el mundo existen personas malvadas que no quieren los animales e incluso los odian, hay algo claro y es que para quienes conducimos un vehículo no es una prioridad salir a atropellar animalitos, es decir, en la mayoría de los casos, este tipo de cosas son incidentales y suceden solo por la falta de control y responsabilidad nuestra con ellos (nuestros perritos).

Revisemos pues, las principales razones por las que suceden este tipo de cosas:

1. Falta de consciencia

Suele ser la principal razón, dado que en muchos casos, nosotros «suponemos» que el perro debería saber como comportarse en la calle y asumimos que el no necesita guía y orientación.

2. Ausencia de adiestramiento

Muchos dueños de perrito (por no decir la mayoría) asumen que en la medida que el perro crece se va a «calmar» y llevará una vida tranquila y equilibrada.

Aunque es cierto que en la medida que el perro crece va «madurando», es inconcebible pensar que debo esperar a que el perro llegue a sus dos o tres primeros años de vida para lograr esa tranquilidad; ¿que sucede entonces en el tiempo inicial de vida, suponiendo que el «equilibrio» llegará como por arte de magia? definitivamente el riesgo es bastante alto.

3. Ausencia de límites

Los límites están directamente relacionados con la educación y sin estos nuestra experiencia con ellos (nuestros perritos) pueden ser caótica y en muchos casos fatal. Generar un vínculo cerrado entre dueño y perro es fundamental para tener la experiencia maravillosa que profesamos en Running Paws.

Y aunque pueden haber más razones, la idea mis amigos es invitarlos a que inviertan en ellos, realmente lo vale !!!

En últimas son ellos los que pagan «los platos rotos» por nuestra falta de responsabilidad.

Saludos y hasta la próxima.

Cordial saludo mis amigos.

Por un momento imagina lo siguiente:

Que sucedería contigo si:

Cada día de tu vida despiertas a la misma hora, vas al baño, tomas tu desayuno, vas nuevamente al baño regularmente de afán y te preparas para afrontar un día más de tu vida, encerrado en una pequeña o gran «jaula» llamada apartamento o casa, esperando por algo más de 8 horas a que nuevamente llegue tu dueño y te saque por tal vez, 10 minutos? a suplir parte de tus necesidades básicas y de nuevo a dormir.

Y esto se repite cada día, una y otra vez.

Cuando llega el fin de semana, en el mejor de los casos sales al parque y te sueltan para que tengas algo de libertad y ahí es cuando se pueden presentar algunos inconvenientes.

Aburridor, verdad?

Tal y como lo describo, es la vida de una buena cantidad de perros en la ciudad, una vida solitaria, sin propósito y sin mucho sentido. Dueños un tanto frustrados porque hay daños en la casa, «sorpresas» higiénicas y muchas cosas más.

Si evocamos los tiempos de antaño, debemos saber que las razas de perros fueron desarrolladas con fines específicos (pastoreo, protección, caza, entre otros), hoy día nuestro mejor amigo se ha convertido en nuestra compañía y un miembro más de la familia, pero en muchos casos no lo tratamos como tal.

Al aceptar al perro como un miembro más de la familia es necesario tener consciencia que ellos necesitan un poco más que un lugar para resguardarse, alimento y bebida.

La educación y la generación de un vínculo cerrado, basado en el respeto y la confianza harán que la experiencia con tu mejor amigo sea realmente maravillosa y memorable por el resto de tus días o de los suyos.

Saludos y hasta una nueva oportunidad.

Hola amigos.

En alguna oportunidad mencione los tres aspectos que un perro sabe «leer» perfectamente en nosotros.

Uno de ellos, es el lenguaje corporal, dado que ellos cuando están en manada suelen comunicarse de esta manera y en verdad no es muy diferente a lo que nos sucede a nosotros.

Al ser animales sociales, ellos (nuestros perritos) emiten mensajes que en muchos casos por nuestro desconocimiento o dispersión, no notamos y son claves en la forma en que nos relacionamos con ellos.

Un gruñido, orinar la cama de algún miembro de la familia, hacen parte de estos mensajes que sin lugar a dudas y sin importar si los entendemos o no llevan un profundo contenido hacia nosotros.

Has escuchado de casos extremos (zona roja), en los que los perros se apoderan de una zona de la casa o de la casa entera, intimidando a la familia y evitando el acercamiento?

Esto pareciera sacado de los programas de televisión o de las películas, pero es más común de lo que crees.

Mi invitación, es aprender a reconocer este tipo de mensajes silenciosos, y erradicarlos lo más temprano posible, dado que entre más rápida sea atendida esta conducta, menos riesgo tendremos de tener experiencias desastrosas con nuestros perritos.

Muchas gracias por leer este artículo y te invito a que te des una pasada por nuestro renovado sitio web www.runningpaws.biz y nos cuentes como te parece que ha quedado.

Saludos y hasta una próxima oportunidad.

Hola amigos, peludo y baboso saludos para todos…

Hoy quiero tocar un tema que pareciera un mito para muchas personas y hoy mi firme intención es echarlo cuesta abajo. Por qué? Porque a lo largo de nuestra vida hemos vivido bajo preceptos y creencias inculcadas por nuestra familia y por la misma sociedad, que a lo largo del tiempo resultaron no ser tan ciertas y en cierta forma nos han cohibido de vivir experiencias y en muchos casos hasta nos han hecho daño.

La mayoría de personas consideran que para tener un perro grande es necesario tener una casa amplia con jardín y/o patio y en muchos casos se cree que los perros pequeños son apropiados para los apartamentos.

Aunque el espacio ideal para cualquier perro sería una amplia zona verde, la verdad es que el espacio que el tenga, NO tiene nada que ver ni con su tamaño ni con sus necesidades.

Casi que a diario, veo hermosos perros, con caras tristes en amplios espacios cerrados y sin posibilidad de tener contacto con el exterior, se animan y ladran cada vez que ven a otro perro y mueven su colita cada vez que ven a alguien, pero su realidad es triste, aunque están en un lugar amplio, no son felices.

Lo cierto es que creer que un Golden Retriever es feliz porque tiene un patio o un Yorkie lo es porque esta en un apartamento puede ser un desatino.

Nuestros perritos necesitan salir a la calle, oler el mundo, conocer el entorno que los rodea, socializar con sus pares, ellos al igual que nosotros tienen necesidades que no están dadas por su tamaño o aspecto, aquí menciono algunas para que las tengas en cuenta: – Alimento – Cobijo (lugar donde dormir) – Disciplina (normas y límites) – Ejercicio (según su raza y nivel de energía) – Afecto Entonces pues, si estás pensando en tener un perrito y vives en un apartamento, HAZLO !!!! siempre teniendo claro que a el no le importa si lo tienes en una amplia casa, sino la disposición que tengas para compartir con el caminando, haciendo ejercicio, jugando y demás. Saludos.

 

Harold Penna

Director General Running Paws

Cordial saludo para todos….

Cuando Kobby (mi Golden Retriever) llegó a mi vida, inicio un proceso interesante y desafiante al mismo tiempo; desde el inicio, visualice el tipo de perro que soñaba tener e inicie el trabajo de «construirlo» siendo fiel a esa visión.

Siempre me han gustado los perros grandes y fuertes; una de mis expectativas era que él fuera un perro seguro, decidido y confiable en todo sentido, quería incluso que me protegiera y en muchos casos se mostrará defensor y desarrollara habilidades que según mi criterio todo perro debería tener.

Cuando inicie el proceso de educación y adiestramiento un colega cercano, me explico que según la raza, habían habilidades que él no desarrollaría con tanta proeza como lo harían perros de razas distintas y que al forzarlo era muy probable que alterara su carácter y temperamento.

Yo, empeñado en lograr mi objetivo, comencé a exigirle a mi perro cosas que dada su naturaleza, le estaba forzando a hacer e incluso llegué a frustrarme en el proceso.

Hicimos pruebas de protección, ataque, entre otras, y como era de esperarse, mi amado Kobby no destacaba, porque sencillamente no era su naturaleza y su personalidad; en ese punto, mediante la observación me dí a la tarea de conocer más a fondo a mi perro y a darme cuenta que nadar contra la corriente lo iba a hacer más difícil.

¿En que momento inicio la mejor parte?, justo en el momento que acepte y reconocí en mi perro sus habilidades innatas y sabiendo que no iba a ser un perro de protección, empece a destacar sus destrezas y poco a poco establecimos el vínculo cerrado de confianza y respeto que se mantiene hasta el día de hoy.

Mi sugerencia, es que si por alguna razón tu perro no cumple las expectativas que tu tenías y de golpe sientes que «cometiste un error» en la elección, solo deja que fluya, acéptalo tal y como es, porque desde un inicio él lo hizo sin reparo y sin condición alguna.

El te ama tal y como eres, y en honor a la justicia conócelo y amalo tal y como es, a la larga, con el tiempo te darás cuenta que valió la pena y en el momento menos esperado estarás viviendo junto a él UNA EXPERIENCIA

MARAVILLOSA.

Saludos y hasta una próxima oportunidad.

Harold Penna

Director General Running Paws

Cordial Saludo mis estimados lectores.

Hoy quiero compartir con ustedes el sentir que me lleva a escribir estas líneas.

El domingo pasado, tuvimos nuestra I Caminata ecológica Canina Running Paws. Como todo comienzo, se programo la actividad con la incertidumbre de si tendría el impacto esperado y el resultado fue en verdad asombroso.

Más de 60 personas asistieron y alrededor de 40 perritos disfrutaron de un día espectacular, rodeado de naturaleza, aire puro, socialización y cohesión grupal, que nos llevaron a tomar la decisión de seguir promoviendo este tipo de actividades.

En el desarrollo de la actividad, tuve el chance de conocer personas maravillosas, comprometidas con el bienestar de sus perritos y abiertos a nuevos espacios y nuevas experiencias.

La experiencia fue tan enriquecedora, que para efectos de nuestro propósito en Running Paws, incrementó nuestra motivación y ahínco en seguir adelante, siempre en función de que humanos y animales logremos una sana convivencia y respeto mutuos.

Dentro de la observación, puedo resaltar muchas cosas, entre las que cabe resaltar, que la relación que llevamos con ellos (nuestros perritos) es fácilmente la forma en que nos relacionamos en los diferentes ámbitos de nuestra vida.

Porque de eso se trata, de vivir intensamente cada instante, de disfrutarlos y aprender de ellos.

Solo me queda agradecer a todos los que participaron en el evento y reconocerlos por darse la oportunidad de abrir su mente y corazón a nuevas experiencias.

E invitarlos a nuestro próximo Taller de Coaching Paw – Intuición y Apertura de Consciencia, que se llevará a cabo este domingo 16 de Julio en el parque El Virrey.

Coaching Paw es una metodología a través de la cual, tú podrás potenciar tus habilidades en tu vida personal y profesional, aprendiendo de nuestros grandes maestros, NUESTROS PERRITOS.

Para más información, estamos dispuestos a atender todas tus inquietudes.

Saludos y hasta la próxima.

Harold Penna Coordinador General Running Paws

Hola amigos.

El día de hoy voy a hablar de un punto, al que todos los dueños de perro, deberíamos soñar llegar y es la «velocidad de crucero».

Velocidad de crucero es un concepto usado originalmente en nautica y en aeronautica, pero que hoy día se utiliza incluso en capacitaciones gerenciales a nivel empresarial y hoy quiero hacer uso de el, para hablarles de su relación con la educación y el adiestramiento de nuestros amigos peludos.

Velocidad de crucero: Se entiende como el punto en el que un vehículo (marítimo, aéreo, terrestre) logra desarrollar una velocidad constante, disminuyendo dramáticamente el desgaste de las piezas del motor, proporcionando gran comodidad en el avance y menor ruido en la operación del vehículo.

Para hacerlo de forma sencilla y fácil de entender, tomaremos nuestro vehículo terrestre como ejemplo; para quienes conducimos (y para los que no, podrán constatarlo en cualquier momento) sabemos que lo primero que hacemos cuando subimos a este, es encenderlo; una vez encendido ponemos el primer cambio para echarlo a andar; cuando nuestro vehículo esta en primera, notamos que es el punto de mayor esfuerzo, dado que pasa de un estado de reposo; igualmente es el cambio en el que el vehículo consume más combustible y tiene el mayor nivel de ruido en el motor.

Con nuestros perritos, podemos afirmar que cuando llegan a casa, estamos en ese primer cambio, los primeros 4 meses de vida, debemos ser tolerantes con sus necesidades fisiológicas, mientras completan su plan de vacunas, también debemos estar alertas que no coman nada que les pueda hacer daño y que no hagan destrozos a su paso.

También es el momento clave para iniciar la definición de límites y jerarquía al interior del hogar.

Indudablemente es el proceso de mayor desgaste y en el que un buen número de familias desisten de tener el perro en casa, dado que tenían expectativas diferentes, respecto a tener una mascota, hecho que resulta terrible e irresponsable por demás.

Una vez nuestro vehículo alcanza las R/M (revoluciones por minuto) necesarias del primer cambio, pasamos a una segunda marcha, en el que aunque nuestro vehículo sigue esforzado, este, disminuye gradualmente y nuestro vehículo comienza a desarrollar una velocidad superior, igualmente es un cambio que dura un poco más tiempo que el primero.

Con nuestros amigos peludos, digamos que esta segunda fase, es cuando iniciamos a fortalecer nuestro vínculo con ellos, iniciamos a conocerlos y ellos a nosotros en cuanto a nuestra forma de tratarles y comunicarnos, habiendo superado en este punto las secreciones dentro de casa.

Luego pasamos a un tercer cambio, que denomino, cambio de transición porque es un cambio en el que el vehículo se encuentra en el límite entre el esfuerzo y la velocidad; es un cambio más largo y sin duda definitivo, para lograr el despegue total del vehículo.

En el caso de nuestros amigos, esta tercera fase, esta dada por el entendimiento por parte de ellos, de comandos básicos, unidos a buenas conductas tanto en casa como fuera de ella, en este punto según la estrechez de nuestra relación con ellos, ya los podríamos dejar sueltos teniendo en cuenta algunas precauciones.

Una vez pasada la fase de transición, llegamos a nuestra cuarta velocidad, nuestro vehículo ya va menos esforzado, estamos más cómodos y el vehículo demanda cada vez menos de nuestro esfuerzo físico y mental.

Con nuestro perrito, en esta cuarta fase, él ya debería poder ir totalmente suelto, siempre pendiente de nuestra ubicación, deberá entender a cabalidad los comandos básicos de adiestramiento y se esforzará por comenzar a realizar otras actividades más avanzadas en aras de fortalecer mucho más su vínculo con nosotros.

Finalmente, llega la anhelada quinta marcha, es en este punto que nuestro vehículo alcanza la velocidad de crucero, vamos más cómodos, seguros, tranquilos, confiamos en nuestro buen trabajo previo y en el caso de aviones y barcos, se activa el piloto automático, el cual hará todo el trabajo por nosotros.

Con nuestros amigos ya tenemos plena confianza, jugamos con él, lo podemos llevar a cualquier parte teniendo la certeza que su comportamiento será ejemplar y por ende comenzamos a vivir esa maravillosa experiencia, que tanto promovemos en Running Paws.

Esto pues amigos, para animarlos a que sigan adelante en su proceso, cualquiera que sea la marcha en la que vayan, entendamos que ellos, al igual que nosotros, están en un proceso de aprendizaje continuo y depende de nosotros que ellos logren esa velocidad de crucero, en la que ustedes y ellos lograrán vivir una experiencia maravillosa.

Saludos y hasta la próxima.

Harold Penna Coordinador General Running Paws

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