ENTRENADOR PERROS BOGOTA

Velocidad de crucero

Hola amigos.

El día de hoy voy a hablar de un punto, al que todos los dueños de perro, deberíamos soñar llegar y es la «velocidad de crucero».

Velocidad de crucero es un concepto usado originalmente en nautica y en aeronautica, pero que hoy día se utiliza incluso en capacitaciones gerenciales a nivel empresarial y hoy quiero hacer uso de el, para hablarles de su relación con la educación y el adiestramiento de nuestros amigos peludos.

Velocidad de crucero: Se entiende como el punto en el que un vehículo (marítimo, aéreo, terrestre) logra desarrollar una velocidad constante, disminuyendo dramáticamente el desgaste de las piezas del motor, proporcionando gran comodidad en el avance y menor ruido en la operación del vehículo.

Para hacerlo de forma sencilla y fácil de entender, tomaremos nuestro vehículo terrestre como ejemplo; para quienes conducimos (y para los que no, podrán constatarlo en cualquier momento) sabemos que lo primero que hacemos cuando subimos a este, es encenderlo; una vez encendido ponemos el primer cambio para echarlo a andar; cuando nuestro vehículo esta en primera, notamos que es el punto de mayor esfuerzo, dado que pasa de un estado de reposo; igualmente es el cambio en el que el vehículo consume más combustible y tiene el mayor nivel de ruido en el motor.

Con nuestros perritos, podemos afirmar que cuando llegan a casa, estamos en ese primer cambio, los primeros 4 meses de vida, debemos ser tolerantes con sus necesidades fisiológicas, mientras completan su plan de vacunas, también debemos estar alertas que no coman nada que les pueda hacer daño y que no hagan destrozos a su paso.

También es el momento clave para iniciar la definición de límites y jerarquía al interior del hogar.

Indudablemente es el proceso de mayor desgaste y en el que un buen número de familias desisten de tener el perro en casa, dado que tenían expectativas diferentes, respecto a tener una mascota, hecho que resulta terrible e irresponsable por demás.

Una vez nuestro vehículo alcanza las R/M (revoluciones por minuto) necesarias del primer cambio, pasamos a una segunda marcha, en el que aunque nuestro vehículo sigue esforzado, este, disminuye gradualmente y nuestro vehículo comienza a desarrollar una velocidad superior, igualmente es un cambio que dura un poco más tiempo que el primero.

Con nuestros amigos peludos, digamos que esta segunda fase, es cuando iniciamos a fortalecer nuestro vínculo con ellos, iniciamos a conocerlos y ellos a nosotros en cuanto a nuestra forma de tratarles y comunicarnos, habiendo superado en este punto las secreciones dentro de casa.

Luego pasamos a un tercer cambio, que denomino, cambio de transición porque es un cambio en el que el vehículo se encuentra en el límite entre el esfuerzo y la velocidad; es un cambio más largo y sin duda definitivo, para lograr el despegue total del vehículo.

En el caso de nuestros amigos, esta tercera fase, esta dada por el entendimiento por parte de ellos, de comandos básicos, unidos a buenas conductas tanto en casa como fuera de ella, en este punto según la estrechez de nuestra relación con ellos, ya los podríamos dejar sueltos teniendo en cuenta algunas precauciones.

Una vez pasada la fase de transición, llegamos a nuestra cuarta velocidad, nuestro vehículo ya va menos esforzado, estamos más cómodos y el vehículo demanda cada vez menos de nuestro esfuerzo físico y mental.

Con nuestro perrito, en esta cuarta fase, él ya debería poder ir totalmente suelto, siempre pendiente de nuestra ubicación, deberá entender a cabalidad los comandos básicos de adiestramiento y se esforzará por comenzar a realizar otras actividades más avanzadas en aras de fortalecer mucho más su vínculo con nosotros.

Finalmente, llega la anhelada quinta marcha, es en este punto que nuestro vehículo alcanza la velocidad de crucero, vamos más cómodos, seguros, tranquilos, confiamos en nuestro buen trabajo previo y en el caso de aviones y barcos, se activa el piloto automático, el cual hará todo el trabajo por nosotros.

Con nuestros amigos ya tenemos plena confianza, jugamos con él, lo podemos llevar a cualquier parte teniendo la certeza que su comportamiento será ejemplar y por ende comenzamos a vivir esa maravillosa experiencia, que tanto promovemos en Running Paws.

Esto pues amigos, para animarlos a que sigan adelante en su proceso, cualquiera que sea la marcha en la que vayan, entendamos que ellos, al igual que nosotros, están en un proceso de aprendizaje continuo y depende de nosotros que ellos logren esa velocidad de crucero, en la que ustedes y ellos lograrán vivir una experiencia maravillosa.

Saludos y hasta la próxima.

Harold Penna Coordinador General Running Paws

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