Hola de nuevo…
Hoy hablaremos del segundo «ingrediente» del equilibrio canino, LA DISCIPLINA.
Cuando se habla de disciplina, para la mayoría de personas es un término fuerte que en muchos casos asusta y da pereza, porque en sí, la disciplina habla de rutinas, de repeticiones, de correcciones y en algunos casos de castigo y es por eso que en nuestro diario vivir se puede tornar algo tedioso.
Para nuestro ejercicio práctico, revisemos el significado de la palabra disciplina:
DISCIPLINA:
La definición de disciplina en su forma más simple es la coordinación de actitudes, con las cuales se instruye para desarrollar habilidades, o para seguir un determinado código de conducta u «orden». Un ejemplo es la enseñanza de una materia, ciencia o técnica, especialmente la que se enseña en un centro (Docente – asignatura). «Disciplina» también designa con frecuencia una ciencia en particular o un campo del saber.
Fuente: Wikipedia
Ojo !!!! mucho ojo !!! a las palabras que he subrayado en negrita !!!!
Como notarán en ninguna parte de la definición habla de castigo ni represión.
Notemos, que la definición nos habla de ACTITUDES (de dueños hacia sus perros) PARA INSTRUIR (enseñar – adiestrar) con el objetivo de DESARROLLAR HABILIDADES (comportamiento-trucos) ó para seguir un CÓDIGO DE CONDUCTA (normas y límites dentro y fuera de casa).
Después del anterior análisis, estoy seguro que tu percepción de la disciplina puede estar cambiando (y esa es la idea).
Cuando hablamos de disciplina en el ámbito de educación y adiestramiento canino, hablamos exactamente de lo mismo; enseñar y ayudar a nuestros perros a entender que es lo que nosotros esperamos de ellos (recordemos, que una de las cosas que más desean ellos es complacernos).
Claramente hay que corregir, hay que mostrarle a nuestros amigos que queremos y que NO queremos de sus comportamientos, pero bajo ninguna circunstancia esto se hace mediante castigo o maltrato; existen métodos a través de los cuales, podemos enseñar a nuestro perritos de manera que ellos poco a poco asimilen y aprendan que es lo que buscamos en ellos.
La disciplina en su forma básica, nos obliga a llevar a cabo una serie de actividades diarias en tiempos específicos (horas fijas), lo ideal es que estas actividades no representen para ti una molestia, sino más bien una oportunidad para compartir con tu perro, desconectarte de tu día a día y disfrutar al máximo la experiencia.
Pero mucho cuidado !!!, como titula este artículo, los excesos son nocivos; si aplicamos demasiada disciplina a nuestros amigos, es posible que se conviertan en perros ensimismados y en muchos casos inseguros, recuerda siempre (de vez en cuando) dejarlos ser perros, permítele una revolcadita en el barro, que nade, se ensucie, eso también hace parte del paquete.
Si por el contrario en nuestra relación con nuestro perro, no existe nada de disciplina, pues tendremos un perro voluntarioso, que hace lo que quiere, que no le importa agradarte, etc.
Como verás, la idea es guardar un equilibrio «ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre».
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Todos nuestros planes son desarrollados con las familias, porque nos interesa que tengas una maravillosa experiencia con tu perrito.
Saludos y espera mañana la última entrega de este artículo..
Harold Penna Coordinador General